Ya sabéis que mientras esperamos que Chameleons Vox lance en este 2014 lo que será su primer LP bajo ese nombre, a Mark Burgess no se le ha ocurrido otra cosa que mantener a la gente caliente con esta gira de recuerdo a Script Of The Bridge, el que fue legendario primer álbum de la banda madre, The Chameleons. Anoche pasaron por Madrid, y junto a ellos, Estilo Internacional. Siendo día festivo, todo era propicio para que se fraguase otra noche especial, y así fue lo que ocurrió anoche en la Sala Arena.
Estilo Internacional se marcaron un concierto de 40 minutos que servía para poner de nuevo sobre las tablas a su nuevo niño, Retrofutura. Esto de ser telonero tiene sus complicaciones. Arrancas con cuatro gatos delante, y te vas con un número de espectadores que ha ido creciendo en un goteo incesante. Quizá por ello saber jugar con esto debe tener su pequeña ciencia, y hubo algo en el concierto de Estilo Internacional que pareció calculado a este respecto. Salvando algunos recuerdos de Un Mundo A Escala, su primer disco, se centraron, como es lógico, en el nuevo, pero pese a que en ningún momento dejaron de lado la total corrección que ya les conocemos -salvando algunos acoples que seguramente no eran responsabilidad suya-, el primer tramo del recital se desarrolló con demasiada frialdad. Estilo Internacional no son Madonna, evidentemente, pero empecé a echar de menos un pequeño plus en directo en forma de garra e intensidad, porque, al menos yo, ya sé que dominan perfectamente sus temas y lo correcto me va sabiendo a poco. Y sin embargo, cuando el número de gente frente al escenario ya era nutrido, y captabas en los corrillos comentarios positivos, y veías caras de asentimiento entre gente que, probablemente, era la primera vez que los veían, el trío madrileño pisó el acelerador para afrontar un final que me dio lo que yo quería gracias a la intensidad con que sonaron Más Allá del Espectro y Octubre, y demostrándome de paso que si a la corrección le añadimos potencia, esta gente aún tiene mucho que darnos. Al ataque.
Y precisamente esto es algo que Mark Burgess debe tener bien aprendido. Tenía ciertas dudas sobre un recital basado por entero en Script Of The Bridge, que aún siendo el disco de leyenda que es, discurre en un tono de calma sostenida que me chocaba un tanto con el recuerdo aún fresco de la potencia de su último conciertazo en Madrid. Pero como digo, perro viejo se las sabe todas, y lo que plantearon Chameleons Vox fue una ejecución de libro para convertir la noche en una fiesta. Porque por supuesto, una vez más, la entrega de la gente volvió a ser la esperada, con emociones en las primeras filas difícilmente comprensibles si nos atenemos a la repercusión histórica de la banda. Nunca me cansaré de alucinar con la militancia que Chameleons arrastran, incluyéndome a mí mismo en ella, y entre personal de edades y aspectos tan variopintos.
Debido a ciertas, digamos, excitaciones prematuras acaecidas en las primeras filas nada más arrancar el concierto, casi ni me enteré de Don’t Fall y Here Today, pero desde la genial Second Skin, todo fue perfecto e irreprochable, y tema a tema me frotaba los ojos percibiendo que cada uno superaba al anterior, y que aquello del esta me mola menos que aquella, sobre el papel y con el estudio en la cabeza, dejaba de tener sentido. Al nivel de intensidad que Burgess y compañía situaron el listón, sumado a que el “calentón” de la gente cada vez era mayor, todo salió tan redondo que no puedo más que resumirlo en unas palabras dichas, no sin cierta malicia, por un compañero de fatigas a la salida del concierto: “me parece haber asistido a un dvd”. Claro, que a esto yo lo que le saco es el zumo positivo por lo bien que lo pasé.
Los bises eran el gran misterio. Esperaba In Shreds, sin duda, dado que, aún en una versión que no fue la definitiva, fue el primer single de Chameleons antes de la salida de Script Of The Bridge. Pero no fue así. Se fueron al Swamp Thing (86) y a tres temas del que fue su segundo disco What Does Anything Mean, Basically? (85): Perfume Garden, Singing Rule Britannia, y Return Of The Roughnecks para poner el punto final a otra gran noche recordando a The Chameleons.
Y ahora queda esperar, con los dedos cruzados a ver qué puede dar de sí el primer disco de Chameleons Vox, que saldrá durante lo que queda de año, y que ya tiene nombre: Eden & The End Of The World.
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